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En la jornada festiva de la Virgen de Agosto celebrada el martes, se inició en Castilla y León y por ende en Ávila, el período de la media veda de caza, siendo las capturas menores de las previsiones efectuadas debido a la sequía de los campos y al adelanto de la recolección de los rastrojos y la paja.
De acuerdo con la estimación efectuada por la Federación de Caza de Castilla y León, en el primer día hábil se ha obtenido una media de cuatro codornices por cazador en el territorio de la comunidad autónoma. Burgos fue la provincia con mayor número de piezas logradas hasta la alcanzar la cifra de 13, seguida de Soria con 10 y León con 6. En Segovia se cazaron 3, mientras que en el resto de las provincias –incluida Ávila- la media fue de 2. Ello demuestra que al sur de la región es donde menos piezas se capturan.
Según Luis Ciria, el presidente de la federación regional, los cazadores tenían la expectativa de que la temporada no fuera tan aciaga como la del año pasado a causa del aumento de la población de codornices en el mes de julio, venidas del sur de la península. Sin embargo, “las cosechas han hecho que esta ave se desplace a las zonas más montañosas para engordar los gramos suficientes antes de emprender la emigración a África”, señaló Ciria, para quien los ejemplares que quedan “son los que todavía tienen crías”.
No obstante, aún es demasiado pronto para calificar la temporada de la media veda, esperando que la bajada de las temperaturas contribuya a su mejora. Las perspectivas son más favorables para la caza de tórtolas, cuya período de caza se inicia el próximo 24 de agosto.